jueves, 24 de octubre de 2019

Historia General dela Ciencia (II)


 1.- ¿Cómo dio Darwin con la clave para la aplicación de la selección, empleada en el caso de especies domesticadas, a los seres vivientes en estado natural?
Las observaciones que hizo Darwin en el viaje del Beagle a Sudamérica le llevaron a formular su teoría de la evolución de las especies. Concretamente, observó que en las islas Galápagos los pinzones y los sisones presentaban diferencias morfológicas según las islas que habitaban. Dedujo que estas variedades de la especie estaban causadas para adaptarse a los distintos medios de cada isla.
Pero había que explicar cuál era el mecanismo por el que se producían los cambios. En principio la encontró en la lectura de la obra de Malthus, que había señalado a la lucha por la vida entre los individuos de una especie como mecanismo de selección natural.
Pero la peculiaridad de la teoría de Darwin consiste en suponer que las variaciones sobre las que actúa la selección natural surgen de manera aleatoria; la selección se hace entonces entre esas variaciones de la especie que presentan diverso valor adaptativo. La influencia del medio y la subsiguiente transmisión hereditaria de caracteres adquiridos pasaban de ese modo a constituir un mecanismo secundario. Posiblemente obtuvo esta idea de sus estudios sobre la cría de animales, en la que el criador efectuaba una selección artificial de las características deseadas entre una diversidad de variaciones.

2.- ¿Cuál pensaba Darwin que era la fuente de variabilidad entre individuos de una misma especie, variabilidad sobre la que actuaba el mecanismo de la evolución?
Darwin llamó a su teoría “Selección natural de variaciones individuales aleatorias” para destacar el carácter aleatorio por el que se regía el mecanismo de la selección. Este mecanismo seleccionaba las variaciones favorables entre un conjunto de variaciones aleatorias (de ahí que la principal fuente de variabilidad fuese el azar), de tal manera que, aún cuando las condiciones ambientales fuesen favorables, la selección natural actuaría sobre los individuos de una especie que, presentando variaciones aleatorias, se hallarían diversamente adaptados, solo desde esta concepción se podría hablar de una competición por la existencia entre dichos individuos. Este proceso continuo de divergencia explicaba además las dificultades de los naturalistas a la hora de distinguir entre variedades y especies, pues no existían variaciones de continuidad entre ellas.
Sin embargo, su teoría así formulada se quedaría corta, porque Darwin también consideró la existencia de variaciones adaptativas. En realidad clasificó las variaciones en diversos tipos: espontáneas, sin causa conocida (digamos  mutaciones); variaciones provocadas por el medio, tanto sobre el organismo entero como sobre el sistema reproductor; y variaciones provocadas por el uso y desuso de sus órganos en la línea de Lamarck (aunque Darwin nunca aceptó la idea de éste de la existencia de una fuerza interior para el desarrollo).
Del primer tipo de variaciones apenas habló; en cuanto a las variaciones originadas por la acción del medio, distinguió entre las definidas y las indefinidas. Las primeras serían adaptativas; las segundas, que consideraba bastante más numerosas, aleatorias.
La selección natural actuaría sobre estas últimas, pues en el caso de las variaciones adaptativas (entre las que se incluyen las originadas por el uso o desuso de los órganos) su papel es escaso. Así que para Darwin la selección natural era el mecanismo principal, pero no el único de la evolución.


3.- Según la teoría de Darwin, ¿cómo se formaría una nueva especie?
La formación de las especies, según la teoría de Darwin, es el resultado de una relación genealógica que, gracias a la divergencia desde una rama o tronco común, explica las diversas jerarquías taxonómicas. El arquetipo pasa a interpretarse como un ancestro común cuyas principales características habían perdurado en su descendencia, lo que explica las homologías. Los órganos atrofiados observados en las especies actuales habían sido funcionales en otro tiempo, perdiendo esta característica a lo largo del proceso evolutivo.

4.- Describa las repercusiones de la teoría de Darwin en el campo de la filosofía social.
Si bien la teoría de Darwin fue decisiva para la aceptación del evolucionismo, el mecanismo que ideó para la selección suscitó grandes controversias. En primer lugar, anulaba toda predictibilidad en el proceso evolutivo; en segundo lugar se oponía a las ideas progresistas imperantes en la época. Finalmente, la posición en que colocaba al ser humano, totalmente contraria a la idea que el cristianismo tenía del mismo, provocó un amplio rechazo social. Así, los que creían en la existencia de un plan divino, como Kelvin, Owen y otros muchos, rechazaron la naturaleza azarosa de las variaciones y buscaron establecer una orientación en éstas dictada por lo que podría ser una tendencia innata al cambio y al desarrollo.  Sin embargo, era difícil concretar esta idea en una propuesta definitiva que fuese una alternativa a la selección natural. De manera que, a día de hoy, la teoría de Darwin es la académicamente reconocida.

Desarrolle el tema siguiente: La generación y el desarrollo en la biología del siglo XIX.
El término ´biología´ surgió en 1802 y se utilizó para designar el estudio de las distintas formas y manifestaciones de la vida, de sus condiciones y leyes y de las causas que la determinan. Lamarck la definió como el estudio de los cuerpos vivos y de su organización, su desarrollo y su creciente capacidad de adquirir mayor complejidad estructural, punto este último relacionado con sus ideas evolucionistas.
Pero la unicidad del objeto de estudio, el ser vivo, se diversifica ante la multiplicidad de sus manifestaciones. Así, surgen tres grandes apartados: la forma, la función y la transformación, aunque entre ellos se tienden no pocos puentes.
La transformación es no solo el cambio temporal de la forma, sino también el de la función que le está vinculada, y abarca tanto a las especies, con las teorías de la evolución, como a los individuos, con los estudios del desarrollo, particularmente en embriológico. A nivel microscópico, la morfología descubre la célula y aborda su estudio. A nivel macroscópico, la morfología –la anatomía- constituye una estructura coordinada que responde asimismo a una coordinación de funciones.
A continuación se recogen las líneas de investigación más notables de la biología decimonónica relacionadas con el estudio de las funciones de los seres vivos.
Conviene distinguir entre la transmisión hereditaria de caracteres y el mecanismo que gobierna dicha transmisión. La primera se puede estudiar sin demasiados problemas, seleccionando una serie de caracteres identificados y viendo cómo se van manifestando (o dejando de manifestar) de generación en generación. Este tipo de indagación es el que, a mediados del siglo XIX, conduciría a las generalizaciones de Mendel que, ya en el siglo XX, se elevarían al grado de leyes.
No hay constancia de que antes de Mendel se llevasen a cabo investigaciones sobre los mecanismos de transmisión hereditaria de caracteres. En realidad, hasta 1900 la transmisión hereditaria constituía una cuestión muy marginal, y con las concepciones vigentes a lo largo del siglo XIX no cabía esperar que la transmisión hereditaria de caracteres estuviese sometida a regularidades. En términos generales la idea era que se heredaban las características adquiridas por los progenitores a los largo de su vida, constituyendo la diversa influencia del medio en el desarrollo del embrión una fuente impredecible de variabilidad adicional. Lo importante, así, no era tanto lo que sucedía en el momento de la generación, como las vicisitudes del desarrollo, que se efectuaba respecto a un plan de organización orientado a preservar las características de la especie.
Este plan estaba regido por algún tipo de fuerza vital, bien tuviese éste una naturaleza extraordinaria y específica de los seres vivos, bien fuese asimilable a las fuerzas que operaban en la física y en la química.
La investigación en este campo no arrancará hasta que, ya a finales del siglo XIX, la embriología experimental, practicada desde sus primeras décadas en el campo de la teratología, adopte nuevos enfoques con la teoría celular.
Por otra parte, lo que sucedía en el inicio de reproducción de los seres vivos escapó durante la mayor parte del siglo a los medios de observación. Solo cuando el microscopio y las técnicas asociadas a éste consiguieron penetrar en los componentes de la célula se comenzó a ver lo que sucedía, hallándose en los cromosomas el sustrato material de los caracteres hereditarios.
Tradicionalmente se ha considerado a Mendel como el fundador de la genética. Pero ésta, como disciplina, solo surgirá a comienzos del siglo XX, cuando los factores hereditarios mendelianos se asocien a la base física constituida por los cromosomas.

Comentario de texto:
“Era evidente que hechos como estos sólo se podrían explicar suponiendo que las especies se modifican gradualmente, tema que me fascinaba. Mas era asimismo evidente que ni la acción de las condiciones ambientales ni la voluntad de los organismos (especialmente en el caso de las plantas) podía explicar los innumerables casos en los que los organismos de todo tipo se hallan maravillosamente adaptados a sus hábitos de vida… Tras mi vuelta a Inglaterra me pareció que, siguiendo el ejemplo de Lyell en geología y recogiendo todos los hechos que tuviesen algo que ver con la variación de animales y plantas en situación de domesticación o de naturaleza, quizá se hiciese alguna luz sobre la cuestión. Abrí mi primer cuaderno de notas en julio de 1837. Trabajaba desde un punto de vista genuinamente baconiano y, sin teoría alguna, recogí hechos en gran escala, especialmente por lo que atañe a las producciones en condiciones de domesticación, enviando cuestionarios impresos, utilizando conversaciones con experimentados criadores y jardineros, y leyendo a mansalva… Pronto me di cuenta de que la selección era la clave del éxito humano en la creación de razas útiles de animales y plantas. Mas durante algún tiempo seguía siendo un misterio para mí cómo era posible aplicar la selección a los organismos que vivían en estado natural” (Charles Darwin, ´Autobiografía´)

En este texto Darwin expone las reflexiones y trabajos que le llevaron a formular su teoría de la selección natural (explicada en los párrafos anteriores), así como el método que siguió para su formulación (el baconiano que consiste en la observación de la naturaleza para, mediante la inducción, formular las teorías). Vemos como descarta, como mecanismo de selección, a las condiciones ambientales o la existencia de alguna fuerza vital propia de los organismos (tal como afirmaron naturalistas de la talla de Lamarck o Buffon, por ejemplo). También alude a los estudios que hizo sobre la cría de animales domésticos para dar con la clave de su sistema de selección, contactando con criadores y jardineros para beneficiarse de sus experiencias. También se inspiró para su trabajo en los estudios que hizo Lyell sobre geología (según su teoría, los fenómenos geológicos mantienen entre sí un equilibrio dinámico con el transcurso del tiempo). Igualmente dice que comenzó a escribir su cuaderno de notas en 1837, un año después de su regreso de la expedición científica en el Beagle por tierras y costas sudamericanas, donde realizó los descubrimientos que le llevarían a formular su teoría evolutiva.. 
En el momento de hacer estas reflexiones parece que Darwin no había dado aún con el mecanismo de su evolucionismo: la selección natural de variaciones aleatorias individuales (la primera edición de ‘El origen de las especies’, en la que expone su teoría, no se publicó hasta 1859).

Examen de la Historia General de la Ciencia (II)
Uned, Gijón. 5/9/2019





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