miércoles, 30 de agosto de 2017

Manipulación


Hubo bastante unanimidad en determinados medios de comunicación a la hora de informar sobre la pasada manifestación de Barcelona contra el terrorismo yihadista. Pusieron el acento en la exhibición de banderas, sobre todo esteladas, y en los abucheos al rey y a los representantes del Gobierno, alegando que esa actitud de un sector de los manifestantes había desvirtuado el mensaje de rechazo al terrorismo, objeto de la manifestación. Pero yo creo que la manipulación estuvo más bien en la forma en que dichos medios informaron del evento.
Primero, las imágenes utilizadas no recogieron la cabecera de la manifestación, que, por expreso deseo de los organizadores, estaba ocupada por los colectivos de ciudadanos que se destacaron en la ayuda a las víctimas; en cambio, resaltaron la presencia del rey y de los políticos que se apropiaron así del protagonismo. Interpretar la presencia de banderas y de abucheos a las autoridades como falta de respeto a las víctimas es falso, pues no se tiene en cuenta el contexto en el que se hizo la manifestación: una confrontación radical entre la administración central y la autonómica de Cataluña. La manifestación es un acto público, es decir, político, y como tal la sociedad se muestra como lo que es, plural y conflictiva. Han omitido la emotiva intervención de Rosa María Sardá al término de la manifestación, posiblemente porque es catalana y se expresó mayoritariamente en catalán. Finalmente, resulta bastante hipócrita acusar a un sector de los catalanes de manipular el terrorismo cuando en España el partido político en el poder, el PP, y sus medios de comunicación afines estuvieron manipulando vergonzosamente durante años el terrorismo etarra. Aún hoy lo siguen haciendo.
La triste conclusión que se puede sacar de todo esto es que a España le falta mucho para llegar a ser una democracia consolidada.
                                         
                                      Gijón, 28-8-2017


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