Podemos está siendo víctima de
una estrategia político-mediática que ya sufrió en su día Anguita cuando éste
era coordinador general de IU. Se trata de la pinza. Consistía ésta en acusar a
Julio Anguita de favorecer a Aznar porque no apoyaba la política que estaba
haciendo el PSOE. Pero esta acusación tenía truco. La coalición de IU no podía,
por principios y por programa, ser cómplice de lo que Anguita no cesó de
repetir: que tanto socialistas como populares estaban construyendo una Unión
Europea con criterios de derechas, favorable a los ricos y de espaldas a los
intereses de los trabajadores. El tiempo le dio la razón, pues, como se suele
decir, de aquellos polvos vienen estos lodos: Francia teniendo que elegir entre
la derecha y la extrema derecha, el Brexit, la penosa situación de Grecia y
España gobernada por un partido corrupto, entre otros horrores.
La historia se repite con
Podemos al que se acusa de permitir que gobierne el PP, cuando es notorio que,
si gobierna este partido, es por la abstención del PSOE, y el partido de Pablo
Iglesias no puede apoyar a la agrupación socialista porque tal cosa supondría
una traición a sus votantes, ya que estos votaron a Podemos por disconformidad
con el PSOE.
Gijón, 7-5-2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario