domingo, 6 de marzo de 2016

La desgraciada historia de España


Son muchos los intelectuales que ante el difícil proceso político por el que atraviesa España, están aportando sus interesantes análisis de lo que nos pasa. Uno de ellos es el filósofo Javier Gomá que en un artículo suyo reciente, “Libre y con compromiso”, hace, en mi opinión, un acertado diagnóstico.
Para elaborar su tesis parte de una cita de Tocqueville: “¿No habría que considerar el desarrollo gradual de las instituciones y de las costumbres democráticas no como el mejor sino como el único medio que nos queda para ser libres?”. España consiguió, aunque con un retraso de siglos, establecer las instituciones democráticas en el periodo de la Transición. Pero en los 40 años transcurridos desde entonces no dio el segundo paso señalado por Tocqueville: no hemos interiorizado las costumbres democráticas necesarias para su pleno desarrollo. Y aquí sitúa Gomá el actual descontento.
Busca también el autor explicaciones a esta situación, y las encuentra en la desgraciada historia de España. Efectivamente, después de siglos de Reconquista y ante el descubrimiento de América, España acometió la loca empresa de extender la Reconquista al resto del mundo. Como consecuencia de ello, nuestro país quedó al margen de todos los procesos evolutivos que tuvieron lugar en el resto de Europa en forma de revoluciones (liberal, burguesa, industrial, obrera…), por lo que no compartimos, o lo hacemos deficientemente, ingredientes básicos de la cultura democrática europea, como la alfabetización, secularización, investigación, ciencia, filosofía, etc.
Termina Gomá con la siguiente reflexión: “A lo mejor resulta que queremos reformar las instituciones para no reformarnos a nosotros mismos y así permanecer instalados en nuestra suave vulgaridad moral, libres y sin compromiso para siempre como en una juventud eterna. Comprometerse no menoscaba la libertad. Al contrario, la perfecciona. Ojalá una España del futuro con buenas costumbres democráticas. Libre y con compromiso.
                                                          

                                                                    Gijón, 26-2-2016  

No hay comentarios:

Publicar un comentario