El ojo no ve
lo que no conoce. Esta verdad puede aplicarse a la política. Si no conocemos lo
que es la democracia, ¿cómo vamos a percibir que la política que se está
aplicando hoy en el mundo, el neoliberalismo, no tiene nada que ver con la
democracia? Ésta puede ser la tesis que plantea magistralmente el asturiano,
especialista en la cultura de la antigua Grecia, Pedro Olalla, en su último
libro ‘Grecia en el aire’, con subtítulo ‘Herencias y desafíos de la antigua
democracia ateniense vistos desde la Atenas actual’.
En este libro
Olalla ejerce de guía y nos invita a recorrer con él la ciudad de Atenas para
descubrir sus ruinas. Pero es un guía especial, porque de sus restos arqueológicos
surge una historia, quizá la más increíble que haya protagonizado el ser
humano: el nacimiento de la democracia. En aquel tiempo lejano, palabras y
conceptos nuevos, como virtud, educación, ética, política, verdad, felicidad, razón,
igualdad, valor, excelencia, justicia, leyes, pueblo, etcétera, se combinan con
los nombres de personas excepcionales que propiciaron aquel increíble hecho:
Solón, Clístenes, Sófocles, Pericles, Sócrates, Platón, Aristóteles, etcétera, sin
olvidar al verdadero protagonista: el pueblo ateniense.
Después de
habernos desvelado la Atenas de hace 2.500 años, centra Olalla la mirada en la
Atenas actual para verificar la tragedia en la que viven sus habitantes
(extensible al resto del mundo), llevados a esa situación de la mano de un
sistema político/económico, la actual globalización neoliberal, que se hace
pasar por una democracia, pero que no lo es. Imprescindible para todo aquél que
se pregunte qué nos pasa.
Gijón, 2-10-2015
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