Análisis de las negociaciones para conformar
ayuntamientos en Gijón y Oviedo (15-6-2015)
La manera en que la FSA y la Agrupación de Gijón
llevaron a cabo el proceso negociador para formar los gobiernos municipales de
Gijón y Oviedo y el resultado final de dichas negociaciones, con alcalde
socialista del PSOE en Oviedo y de Foro en Gijón, pone en evidencia lo que en
nuestro grupo (Espacio para el debate político) hemos estado diciendo y
demostrando durante el tiempo que llevamos funcionando. El partido socialista
(al menos en Asturias) no puede dirigir, ni siquiera secundar, el cambio que
demanda la sociedad (y que resulta imprescindible) porque no hizo previamente
los deberes, que no eran otros que introducir previamente los cambios necesarios
en el partido.
A pesar de los reiterados avisos
en este sentido (inicio y persistencia de la crisis, estallido social de los
indignados, sucesivos descalabros electorales, surgimiento de Podemos,
conferencia política del PSOE de 2013, etc.) este partido no se movió ni un
milímetro de las políticas practicadas en los últimos años. Ni los dirigentes,
ni el sector, mayoritario dentro del partido, de militantes afines a dichos
dirigentes han realizado ni la menor sombra de autocrítica, manteniendo, por el
contrario, un discurso prepotente y autolaudatorio en el que solo figura lo
bien que lo hacen ellos y lo mal que lo hacen los demás. No vieron o no
quisieron ver que Podemos surgió como un intento desesperado de las clases más
desfavorecidas que sintieron que los partidos tradicionales de izquierdas, PSOE
e IU, no los defendían. Por el contrario, persistieron en hacer políticas de
centro-izquierda con el único propósito de mantener o recuperar el poder a base
de recibir el apoyo de la clase media (la más numerosa) sin caer en la cuenta
de que, como dice el economista John Kenneth Galbraith en su obra La cultura de la satisfacción, dicha
clase media en Occidente apoya a los muy ricos, dando la espalda a los muy
pobres. De ahí que las desigualdades económicas y sociales hayan estado
creciendo en los últimos 30 años.
Ante la falta de respuesta del
PSOE en estos momentos difíciles, quien tomó la iniciativa para interpretar y
ejecutar el cambio, tanto en Gijón como en Oviedo, fue la formación de Podemos.
En la capital, dándole la alcaldía al PSOE, con lo que acababan con años de
soberanía del PP y en Gijón impidiendo que gobernase el PSOE por entender que
nuestro partido representaba la continuidad de dominio socialista (a excepción
de la última legislatura).
La jugada de Podemos en Oviedo
puso en evidencia la mala política de la
FSA que estaba dispuesta a que continuase gobernando el PP en
la capital (condicionaron el apoyo a Podemos en Oviedo al apoyo de este partido
al PSOE en Gijón). Este sólo hecho demuestra el interés que tiene nuestro
partido por el cambio: ninguno.
El PSOE no puede aplazar ni un
día más la necesaria autocrítica. Debe preguntarse y enterarse del cambio que
tiene que hacer para iniciarlo sin más demora. Y nosotros debemos recordárselo
una vez más (llevamos más de un año intentándolo sin éxito). El cambio ha de
producirse en dos direcciones: un giro a la izquierda para recuperar y ejercer
la verdadera política socialdemócrata (se perdió una gran oportunidad de
hacerlo al no asumir el programa de Pérez Tapias) y democratizar el partido, lo
que significa dar el protagonismo político a la militancia. Para ello hay que
dar vida a la Casa
del Pueblo (ahora es un cascarón vacío), reactivando los grupos sectoriales;
poniendo en marcha programas de formación; creando espacios de diálogo y debate
entre militantes con cargos y de base, en condiciones de igualdad, donde el
protagonismo lo tengan las ideas y no las personas, etc.
En el Espacio para el debate político seguiremos trabajando para que ello
sea posible. Juan.
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