Los medios dan cuenta de una
nueva división (la tropecientosmil) en el seno de la izquierda. Tania Sánchez,
diputada autonómica de IU por Madrid, abandona esa formación para formar la
suya propia. Nos encontramos con la paradoja de que, cuanto más necesita la
izquierda de la unidad para hacer frente al neoliberalismo que está acabando
con las libertades alcanzadas, entra en una dinámica de disgregación que parece
no tener fin. Consecuentemente, tenemos que preguntarnos si ese fenómeno es una
maldición divina –sin solución alguna, por tanto- o es obra humana, en cuyo
caso, solucionable.
Tratándose de lo segundo, habrá
que identificar el origen de los desencuentros para poder aplicar las correcciones
oportunas; y, como señalan muchos politólogos, aquél no es otro que el déficit
democrático de la sociedad por falta de los valores correspondientes; de ahí
que la solución pase por fomentar la cultura y regenerar la política. Habida
cuenta de que existe bastante confusión sobre lo que entendemos por política,
habrá que buscar la definición correcta.
A este respecto, recojo las
palabras pronunciadas por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en una
reciente intervención pública: “La política democrática es hablar y escuchar,
proponer y recibir propuestas, convencer y ser convencidos, criticar y recibir
críticas. Eso cada día, no cada cuatro años”. Creo que, si fuésemos capaces de
practicar el diálogo con estos criterios, aprendiendo unos de otros,
lograríamos la necesaria unidad de la izquierda.
Gijón, 17-2-2015
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