sábado, 14 de febrero de 2015

Degradación política


La entrevista que Jordi Évole hizo a Esperanza Aguirre el pasado día 8 en La Sexta puso de manifiesto el nivel de degradación moral y política a la que se ha llegado en la vida pública. Esta mujer, pretendiendo dar la imagen de liberal, lo único que mostró, por las cosas que dijo, fue su cinismo.
Fue entrevistada por su condición de figura política, tanto por los altos cargos que desempeñó (ministra de un Gobierno de Aznar, presidenta de la Comunidad de Madrid), como por los que pretende desempeñar (alcaldesa de Madrid), sin embargo, no duda en utilizar esa entrevista para hacer publicidad de la empresa privada donde trabaja actualmente (al parecer de caza-talentos), es decir, usa la política con fines privados. Afirma con todo desparpajo que Telemadrid es una cadena que se caracteriza por la pluralidad informativa, cuando es de dominio público que actúa como ente publicitario del PP. Asegura sin rubor que no hubo recortes ni en educación ni en sanidad, cuando en Madrid se dieron las mayores movilizaciones que se conocen (las mareas blancas) para oponerse a los recortes de su Gobierno. Propone una especie de órgano (se supone que público) para hacer una selección (casting) entre los candidatos a cargos políticos, con lo que se rebajaría notablemente el papel de los ciudadanos para elegir a sus representantes. Minimizó que bajo su mandato presidencial se colaran en la Administración pública madrileña los mayores chorizos. Usó la entrevista para desprestigiar repetidamente a los dirigentes de Podemos con la conocida táctica del ‘y tú más’. La rúbrica a esta patética actuación la puso cuando, ante las preguntas incómodas de Évole, finalizó la entrevista de manera abrupta.
La degradación política madrileña se aprecia mejor si comparamos la triste figura de Aguirre con la dignidad del antiguo alcalde madrileño, Tierno Galván.


                                                        Gijón, 14-2-2015   

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