Hace unas fechas, con motivo del
décimo aniversario de la muerte de un socialista asturiano, Cándido Riesgo, dos
de sus antiguos compañeros en la batalla política (según ellos mismos
reconocen) hicieron en este periódico un recordatorio a su destacado papel como
militante comprometido. No conocí a Cándido, pero por las cualidades que estos
dos comentaristas le atribuyen, creo que merece la pena recuperar su figura
para que sirva de referente moral e intelectual en unos momentos en los que nos
invade la mediocridad y la ceguera política.
Vincula Argüelles-Meres, uno de
los apologistas referidos (el otro fue Leopoldo Tolivar Alas), a Riesgo con Giner de los Ríos por cuanto
compartían no sólo el mismo ideario socialista, sino también el mismo espíritu
ilustrado (Giner fue un destacado promotor de la Institución Libre
de Enseñanza, uno de los pocos intentos que se dieron en el pasado para sacar a
España del túnel de la historia).
Partiendo, pues, de estos dos
ilustres socialistas, Argüelles-Meres se pregunta cómo es posible que no haya
voces que se dejen oír en el PSOE reivindicando el saber y el conocimiento, y
dice textualmente: “¿De verdad puede sostenerse un discurso de izquierdas sin
conceder importancia a lo que el saber supone y significa? ¿Puede renunciar la
izquierda a algo así?”
En mi opinión, acierta
plenamente este comentarista al señalar la causa más determinante del actual
fracaso de la izquierda.
Gijón, 24-10-2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario