lunes, 6 de octubre de 2014

Incapacidad para dialogar


“La costumbre de no escuchar a sus militantes es el cáncer de esta organización”. Así de rotundo se expresaba Faustino Sabio, candidato al cargo de coordinador local de IU-Gijón en las recientes elecciones celebradas en esa agrupación política. Consecuentemente, proponía dar más poder de decisión a las bases, a lo que su contrincante, que representaba al ‘aparato’, se oponía con el pretexto de que esa medida cerraba el paso a los no militantes.
Creo que no se puede expresar mejor el problema que aqueja, no sólo a esa organización sino a todas las demás. Se trata de la falta de democracia interna. Esta situación de anquilosamiento produjo la autoexclusión de muchos militantes (los mejores), la inoperancia de los partidos y, en definitiva, la desafección política de amplios sectores de la sociedad.
Lamentablemente, este candidato perdió las elecciones (es muy difícil derribar al ‘aparato’). Y es que el mensaje que Faustino llevó en su campaña: “hablar, hablar, hablar”, no se ha entendido. Precisamente, ese es el problema de fondo de todos los partidos: nuestra incapacidad para dialogar.


                                                               Gijón, 6-10-2014   

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