Como padre de
dos niños escolarizados en la enseñanza pública, uno en primaria y otra en
secundaria, me veo obligado a decir que nadie ha pedido mi opinión acerca de la
decisión de la concejala de Educación del Ayuntamiento de Gijón de enviar la
documentación a los centros en castellano y en bable. Ningún padre en las
mismas circunstancias a los que he preguntado ha sido consultado al respecto.
De ello deduzco que, al menos la representante de la Federación de las Asociaciones
de padres de alumnos de los colegios públicos, Marisa Formoso, habla a título
personal cuando afirma que está de acuerdo con la medida antes mencionada. Si
es así, no me parece serio que haga esas declaraciones identificándose con el
cargo que ostenta.
Tampoco me
parece seria la actitud de la mencionada concejala cuando en unas declaraciones
suyas afirma que el 67% de los asturianos apuesta por la utilización del
asturiano (¿oficialidad?), porque me parece una manipulación interesada de la
opinión pública.
Estos
comportamientos desprestigian la política y alejan a los ciudadanos de la
misma, por lo que hacen un flaco favor a la democracia.
Finalmente,
aprovecho la ocasión para decir que, por lo que a mí se respecta, pondré todos
los medios para que mis hijos sean bilingües: se expresen en castellano y en
inglés. Estoy convencido de que les ayudará en su futuro. Por supuesto, doy por
hecho la no colaboración de la citada concejala para lograr tal empeño.
Gijón, 7-9-2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario