martes, 12 de agosto de 2014

Sobre la calidad de la enseñanza


Parece obvio, desde la perspectiva del porvenir de un estudiante de secundaria, que éste pueda elegir, para cursar como optativa, asignaturas tales como física, química, matemáticas o dibujo técnico, en lugar de otras que suelen calificarse de ‘marías’ y más parece que están para facilitar el paso de los alumnos. Máxime, si tenemos en cuenta que es sobre aquellas asignaturas sobre las que recaen fundamentalmente las pruebas de la OCDE en donde España obtiene tan malos resultados.
También parece obvio que el sistema de enseñanza debería dar el máximo apoyo a los alumnos que buscan adquirir conocimientos importantes, como los señalados al principio, aunque con duro sacrificio por su parte.
Sin embargo, se dan casos (desconozco si puntuales o generalizados) en que a estudiantes de bachillerato no se les ha permitido elegir como optativa alguna de las asignaturas mencionadas.
Este hecho y otros parecidos ponen de manifiesto una realidad: el predominio en la enseñanza de intereses de todo tipo (padres y alumnos oportunistas, profesores sin escrúpulos, políticos incompetentes... hasta la Iglesia católica o los bablistas quieren sacar tajada) sobre el único que debería prevalecer, y es que todos los alumnos adquieran y desarrollen el máximo de conocimientos según su capacidad y ganas de trabajar.
Mal se podrá defender la escuela pública, único sistema que garantiza la igualdad, si no se permite que los alumnos que quieran labrarse un porvenir con el máximo esfuerzo, tengan todos los medios para lograrlo.


                                                               Gijón, 19-9-2005

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