jueves, 21 de agosto de 2014

Periodización de la Edad Media


Puestos en la tesitura de tener que dividir la Historia en Edades para facilitar su estudio, nos encontramos con el problema de establecer los criterios a adoptar para enmarcar tales divisiones. Si bien se buscan los momentos en que los cambios históricos son manifiestos, la unanimidad entre los historiadores resulta imposible. Tal ocurre con la delimitación de la llamada Edad Media. Pero, el desacuerdo no sólo se da en las fechas, sino también en los conceptos. No valoran de la misma manera esta época los racionalistas del Humanismo y la Ilustración, que lo hacen peyorativamente, que los románticos del siglo XIX, mucho más benevolentes en su juicio.
Volviendo a la cronología. A grandes rasgos, la Edad Media comienza con la invasión en el territorio del Imperio Romano de Occidente de los pueblos del norte de Europa, llamados bárbaros por los romanos, lo que supuso la desaparición de tal Imperio, con el cambio radical correspondiente en la vida de la gente –fin de la Edad Antigua-, y termina con la consolidación de las monarquías modernas, fuertes y centralizadas –comienzo de la Edad Moderna-.
Las fechas concretas del comienzo pueden oscilar entre el siglo III, en que se inicia la decadencia del Imperio y el año 476, en que desaparece el último emperador romano, Rómulo Augusto. Respecto a la fecha final, hay más unanimidad al fijar el año 1453, en el que se produce la conquista de Constantinopla por los turcos.
Pero, durante estos diez largos siglos hubo cambios notables en la Historia, por lo que se ha dividido este tiempo en tres periodos: Alta Edad Media, entre los siglos IV y X, Plena Edad Media, entre el XI y XIII, y Baja Edad Media, siglos XIV y XV.

                                            Curso: 1º de filosofía de grado
                                            Uned. Gijón


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