martes, 12 de agosto de 2014

Necedades


Hay personas que están muy preocupadas por la homosexualidad. Hace unos días una de esas personas manifestaba en esta misma sección la angustia que le producía ésta (“Homosexualidad”, titulaba su carta el 26-2-05), y, después de hacer una serie de elucubraciones mentales sobre su naturaleza (si se trata de una opción personal o es el ‘desarrollo alterado de la identidad sexual’, etc.), incluyendo la opinión de “expertos en la materia” (baja autoestima, falta de madurez...), llega a la conclusión de que se trata en realidad de una enfermedad necesitada de terapia, y, ni corta ni perezosa, propone la creación de asociaciones que tengan por finalidad reorientar la inclinación sexual de los homosexuales.
Esta sarta de necedades llevaría a la risa o a la conmiseración si no fuera porque no son el producto de erráticas fantasías de un individuo, sino que son compartidas por un colectivo que tiene mucho poder en nuestro país y ejerce una gran influencia en nuestra sociedad.
Haciendo una reflexión paralela, se me ocurre pensar que este colectivo está formado por gente enferma. No es una enfermedad real, pero se le puede asimilar por los efectos dañinos que produce. Esa enfermedad tiene un nombre (es tan obvio que no hace falta mencionarlo) y también curación, aunque ésta sólo depende de la voluntad del paciente (la mayoría vive feliz con su enfermedad).
El 20-F los españoles hemos dado un paso importante hacia la creación de un futuro que se llama ‘Europa’. Estoy seguro de que muchos de los que votamos sí a esta Europa lo hicimos con la esperanza de alcanzar un futuro que permita dejar atrás de una vez por todas tanta necedad, tanto oscurantismo y tanta ignorancia.



                                                                           Gijón, 28-2-2005

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