Stéphane Hessel, el nonagenario
que, junto a otro de su quinta, José Luís Sampedro, impulsó el movimiento del
15-M con su alegato ‘¡Indignaos!, compara en el mismo la situación
política-social actual con la que vivió en su juventud, dominada por los
fascismos y, como ve inquietantes similitudes, invita a la sociedad y
especialmente a los jóvenes, a hacer lo mismo que hicieron ellos: reaccionar
enérgicamente para que “el interés general prime sobre el interés particular y
el reparto de las riquezas creadas por el mundo del trabajo, sobre el poder del
dinero”.
Entre las semejanzas que ve
figuran los medios de comunicación de los cuales dice: “Una verdadera
democracia necesita una prensa independiente; la Resistencia (se
refiere a la francesa donde militó) lo sabía y lo exigió: defendió la libertad
de prensa, su honor y su independencia con respecto al Estado, los poderes
económicos o las influencias extranjeras. Esto es lo que, desde 1944, todavía
recogen las ordenanzas de prensa. Sin embargo, es esto precisamente lo que a
día de hoy está en peligro”.
Esta afirmación de Hessel es
fácilmente verificable a poco que se observe críticamente la información que
dan los diferentes medios. A modo de ejemplo, resalto la que, sobre la huelga y
las manifestaciones del 14-N, dieron algunos periódicos en primera plana, ocupando
grandes titulares:
“Fracasados”; incluye foto a más
de media plana, con sindicalistas portando una pancarta en la que se lee “Sin
futuro”, en clara alusión a ellos. “Rotundo fracaso”, con foto similar a la anterior.
“De fracaso en fracaso” y “España prefiere trabajar”, ambas portadas con fotos
reforzando el mensaje negativo. Como no hay regla sin excepción, destaco dos:
en este mismo periódico: “Una multitud contra los recortes”. Otro de amplia
tirada nacional: “Cientos de miles de personas exigen en la calle a Rajoy que
rectifique”; también aquí se acompañan fotos reforzando el titular. Como
cualquiera que haya asistido a cualquier manifestación pudo comprobar que éstas
fueron masivas, se puede saber quien miente.
Creo que estos hechos deberían hacernos pensar
sobre qué prensa elegimos cuando nos acercamos al kiosco.
Gijón,
17-11-2012
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