domingo, 10 de agosto de 2014

Lutero


Del cine se dice que es el séptimo arte. Y con razón, pues la visión de una buena película despierta emociones tan intensas como la lectura de un libro, la contemplación de un cuadro o la audición de una sinfonía. Hay películas, como las denominadas históricas, que además proporcionan una lección sobre un determinado pasaje de la Historia. Tal es el caso ‘Lutero’, película actualmente en nuestros cines. En ella se narra la vida de este personaje y las causas y acontecimientos que condujeron al cisma protestante. En la base de todo estaba la tremenda corrupción de la jerarquía católica, aliada con los más poderosos de la Tierra, siendo ella misma detentadora de inmenso poder. A los campesinos de la época, tan pobres como crédulos, se les engañaba con la venta de bulas y con los ingresos la Iglesia no sólo incrementaba sus ya repletas arcas, sino que construyó la imponente basílica de San Pedro en Roma.
La revolución protestante supuso para los países donde triunfó un paso adelante hacia el progreso, del que España quedó, como se sabe, excluida. En realidad, el endémico retraso histórico de nuestro país respecto al resto de Europa se debe a lo que se suele denominar la falta de las tres ‘erres’: las revoluciones protestante, francesa e industrial.
El conocimiento de esta teoría que, si bien siendo simplista, no por ello deja de ser menos cierta, es necesario si queremos entender el fracaso de la II República, pues éste se debió a que en un corto periodo de tiempo se quiso avanzar en el terreno de las conquistas sociales lo que a Europa le llevó siglos. Las fuerzas más reaccionarias (Iglesia, ejército, terratenientes) lo impidieron.
En fin, esta película es una buena oportunidad de comprobar la necesidad de conocer el pasado para entender el presente.


                                                               Gijón, 26-1-2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario