viernes, 8 de agosto de 2014

Las dos Españas



Con motivo de los últimos acontecimientos políticos de nuestro país (proceso a Garzón, Gürtel, Memoria Histórica…) y, sobre todo, a partir del radical enfrentamiento entre los dos partidos mayoritarios, ha vuelto a resurgir el fantasma de las dos Españas. Para verificar la posible división es necesario conocer las dos Españas que se enfrentaron en el pasado. Resulta fácil, repasando la historia de los dos últimos siglos.
En esencia, todo comenzó con la aparición de la modernidad en Occidente, traída por la Ilustración, que establece la democracia como régimen político, materializada primero en EE UU con la Declaración de Independencia (1776) y después en Francia con su famosa Revolución (1789). Inglaterra se adelantó un siglo. España intentó incorporarse a los nuevos tiempos con la Constitución de 1812, pero se malogró por la acción de Fernando VII. A partir de entonces y durante el siglo XIX y la primera mitad del XX todos los intentos de modernización fueron sofocados por absolutistas, los cien mil hijos de San Luís, carlistas, pronunciamientos y dictaduras militares, etcétera, con el apoyo en todos los casos de la poderosa Iglesia católica. El último intento en este periodo vino con la 2ª República de 1931, dramáticamente abortada por la sangrienta sublevación de los militares golpistas que precipitaron a España en el más tenebroso periodo de su historia. Finalmente, el país consigue incorporarse a la ansiada modernidad en la tardía fecha de 1978 con la vigente Constitución.
Es a partir del análisis de la Historia y del conocimiento del significado de la Ilustración como podemos discernir entre quiénes defienden los ideales democráticos y quiénes los combaten. Es decir, hay que seguir la recomendación de los creadores de la modernidad: ¡Atrévete a saber! ¡Piensa por ti mismo! Creo que aquí está la clave para resolver nuestro endémico problema.


                                                      Gijón, 24-4-2010

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