Mareona casquista, clamor
popular, estos son algunas de las hipérboles usadas por los seguidores
casquistas para aludir al último culebrón protagonizado por el PP: la posible
vuelta de Cascos a la política. Porque de eso se trata, de un esperpento. Por
un lado, Cascos haciéndose de rogar: “volveré si me lo piden”; por otro, Rajoy
haciéndose el sueco: “algo he leído en los periódicos”, aludiendo a la posible
vuelta; y una excepción inteligente en todo este asunto, la declaración de un
cargo del PP: “el único clamor popular que percibo en la calle es el del
futbol”.
Cascos ya volvió; si no a la
política, sí a los medios, y lo hizo como un elefante en una cacharrería,
insultando y descalificando a diestro y siniestro, es decir, subiendo varios
tonos el ensordecedor ruido que hay actualmente en la política nacional. Sería
de agradecer que este señor se quedase donde está. Para enrarecer el ambiente
político y social nos sobra con lo que tenemos. No precisamos de espadones ni
salvadores, ya tuvimos muchos de infausto recuerdo en el pasado. Necesitamos
políticos que dialoguen, pacten, expliquen de forma didáctica sus programas a
los ciudadanos a fin de que podamos elegir la política más adecuada.
Gijón, 16-5-2010
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