jueves, 21 de agosto de 2014

La sociedad y el gobierno de las ciudades en la Plena Edad Media


En el periodo histórico que va desde comienzos del siglo XI a finales del siglo XIII, es decir, el periodo correspondiente a la Plena Edad Media europea, tiene lugar un fenómeno de especial relevancia: el surgimiento en unos casos y el crecimiento en otros de las ciudades. Esta concentración de gente en las zonas urbanas no tuvo parangón en la historia europea, tanto por su intensidad como por su repercusión social, económica y política, si exceptuamos el crecimiento de las ciudades que se dio a partir de la revolución industrial.
Desde una perspectiva social, el surgimiento de las ciudades supuso la aparición de nuevas clases, que van adquiriendo un protagonismo económico y político creciente. Se trata de los comerciantes y los artesanos -que se organizan en cofradías y gremios, respectivamente-, a los que, a medida que las comunidades se consolidan, acompañarán burócratas y hombres de la cultura. También en este apartado cabe hablar del fuerte crecimiento demográfico que tuvo lugar en estos siglos.
Desde el punto de vista de la economía, se produce un espectacular enriquecimiento de las nuevas clases emergentes, aunque el arranque hay que situarlo en el incremento de la producción agrícola, debido a las nuevas técnicas que multiplican las cosechas. Este crecimiento económico permite la concentración de capitales, lo que generará el desarrollo del préstamo y de la Banca. El primero será monopolizado por los judíos, naciendo los primeros bancos en Italia.
Políticamente la trascendencia del movimiento comunal no fue menor. Generado en pleno régimen feudal, llevaba en sí mismo el germen que acabaría con tal sistema y conduciría a la nueva edad: la Moderna. Contaron para ello las ciudades con un poderoso aliado: las monarquías. Efectivamente, los reyes en su lucha para controlar a los díscolos señores feudales, no dudaron en favorecer el desarrollo de los Burgos con exenciones fiscales o fomentando los mercados y las ferias. Cave añadir que esta lucha por el poder se decantó a favor de las monarquías que se convirtieron en absolutas, de tal manera que, salvo Inglaterra, la burguesía entrará, con el cambio de edad, en una fase de decadencia que durará hasta los albores de la Edad Contemporánea, en el siglo XVIII, en que volverá a resurgir.

                                   Curso. 1º de filosofía de grado

                                   Uned. Gijón

No hay comentarios:

Publicar un comentario