En los tiempos de desorientación
política en que vivimos es habitual encontrar a personas que sostienen que lo
de la izquierda y la derecha es cosa del pasado además de resultar
contraproducente porque sólo sirve para crear conflictos. Es un error que
pagamos muy caro porque este concepto pertenece a la ideología neoliberal
imperante que considera la política como algo perverso.
Para comprender el sentido de
los conceptos políticos de izquierda y derecha y su repercusión en el devenir
de la humanidad de los últimos tiempos, tenemos que situarlos en el contexto
histórico. Resumiendo mucho, se puede decir que la derecha, asociada al
liberalismo burgués, lideró en el siglo XIX el Estado de derecho liberal que
defendía las libertades individuales incluso contra el propio Estado que se
reducía al papel de gendarme (policía, ejército y tribunales que garantizaban
la seguridad y la propiedad). Un Estado hecho a medida de los ricos que
detentaban el poder y que impusieron un capitalismo salvaje.
La exclusión y la miseria
originadas por esta despiadada política generaron la ideología de la izquierda
que, conducida por el socialismo, los sindicatos obreros y pensadores como
Keynes, reivindicó y estableció con enormes sacrificios los derechos
relacionados con la igualdad. Surgió así el Estado social y democrático de
derecho que asumió el papel de redistribuidor de la riqueza, a la vez que
protegía a los más desfavorecidos con la creación de los derechos llamados de
la segunda generación (trabajo, sanidad, educación, protección ante la adversidad,
etc.). Por esta vía se alcanzó el Estado de bienestar que disfrutó Europa
después de la II Guerra
Mundial.
En la actualidad el proceso de
la globalización neoliberal debilitó los Estados nacionales que pierden
protagonismo y capacidad de control de los flujos de capital, volviendo así la
exclusión y las injusticias sociales del pasado. De ahí la necesidad de
retornar a las políticas de la izquierda.
Gijón, 27-7-2013
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