domingo, 10 de agosto de 2014

La 'alonsomanía'


La entrega del premio Príncipe de Asturias de los Deportes a Fernando Alonso pone broche de oro al fenómeno social conocido por la ‘alonsomanía’. La concentración de una muchedumbre de 20.000 personas en Oviedo para aclamarlo, el lleno total del Auditorio Príncipe Felipe para oírlo o que haya sido el homenajeado más aplaudido en la entrega de los premios corroboran el hecho. Pero, ¿qué interpretación puede hacerse de este fenómeno?
En una de las multitudinarias manifestaciones pro-Alonso, fue desplegada una pancarta con un eslogan que bien podría sintetizar el sentir de los reunidos: ‘Gracias, Alonso, por hacernos felices’ Pero, ¿por qué hace felices Fernando a tantas personas? Evidentemente, no es por reducir el paro o por mejorar algún otro problema social. No, a Alonso se le aclama porque divierte. Pero, ¿no confirma este hecho la sospecha de que lo que más demanda la gente en la actualidad para ser feliz, sobre todo los jóvenes, es la diversión? Y, si ello es así, ¿no estamos ante la versión moderna del ‘pan y circo’ de la época romana?
Pero, hay aún otra interpretación más penosa del fenómeno. Es la que se deduce de la lectura del libro ‘Homo videns. La sociedad teledirigida’, escrito por otro ganador de los premios de este año, Giovanni Sartori, el cual advierte sobre el hecho de que la mayoría de las personas utilicen la televisión para informarse o entretenerse -el acto de ver- lo que origina un empobrecimiento progresivo de la cultura, ya que, al estar ésta fundamentada en ideas abstractas, no visibles, necesita un soporte oral o escrito para transmitirse.
Teniendo en cuenta que la ‘alonsomanía’ es un fenómeno televisivo, ¿no estaremos ante la manifestación palpable de las predicciones de Sartori?


                                                   Gijón, 30-10-2005 

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