jueves, 14 de agosto de 2014

Izquierda y globalización


        De todos es conocido, creo, que la ideología de la izquierda ha sido barrida por el vendaval de la globalización. El término “pensamiento único” que define a la ideología neoliberal alude precisamente a que es hegemónico en todas las conciencias. Ello produce, en mi opinión, una situación grave: la sociedad en su conjunto no valora suficientemente lo que supuso esa pérdida. Fue la cultura de la izquierda, con sus ideales de emancipación, solidaridad, justicia social, defensa del trabajo, igualdad, compromiso político, participación ciudadana, etc. el principal motor con que contó la humanidad en los últimos tiempos (a pesar de sus errores) para alcanzar la verdadera democracia, único referente válido que tenemos los ciudadanos si aspiramos a una convivencia en paz y justicia.
     De resultas de todo ello, estamos los humanos abocados a un futuro cada vez más incierto y amenazador. Las señales son cada vez más claras: desde el culto a la bandera (como si la solución a los problemas fuese cuestión de enarbolar banderas, cuanto mayores mejor), hasta los desvaríos del dirigente más poderoso de la tierra (capaz de destruir media humanidad para defender sus intereses económicos), pasando por un aumento progresivo de las desigualdades entre los habitantes del mundo (un 20% de privilegiados controla el 83% de la riqueza mundial y el 20% más desfavorecido sobrevive con un 1,4%).
     Hay que preguntarse por las causas de este fracaso. Si bien pueden numerarse varias, hay una que destaca por encima de todas: la incapacidad de los partidos políticos, sobre todo de izquierdas y los sindicatos para adaptarse a los nuevos tiempos y ofrecer a la sociedad una alternativa válida a la globalización capitalista. Son responsables directos de perder y haber dejado desaparecer la cultura de la izquierda. La incompetencia de estos políticos resulta cada vez más evidente. Como muestra baste citar el artículo publicado el 5 de octubre, en la sección “Tribuna Asturiana” de su periódico, escrito por Francisco Javier García Valledor, portavoz del grupo parlamentario de Izquierda Unida de Asturias, titulado “Una llamada sensata a defender el patrimonio de todos: la lengua asturiana”. En él se pone en evidencia el desconocimiento del Sr. Valledor de la realidad antes señalada y de la total indefensión, tanto material como ideológica, en la que se encuentran miles y miles de trabajadores, (nunca han estado más abandonados), reducidos a la condición de mercancía por el neoliberalismo triunfante. Este hecho bien merecería una llamada de atención por parte del mencionado político si es que pretende ser de izquierdas, aunque sólo sea para salvar el tipo. Señor Valledor, ha confundido usted el discurso; su artículo debería titularse “Una llamada sensata a defender el patrimonio de todos: la cultura de la izquierda”.
                                                                         

                                                                              Gijón, 15-11- 2002

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