miércoles, 13 de agosto de 2014

Integrismos


Últimamente se están prodigando en esta página, que de manera tan democrática este periódico pone a disposición de los ciudadanos, participaciones que, creo, bien se podrían calificar de integristas. Integrismos religiosos o identitarios son las opiniones que basan sus argumentos en la fe (cualquier fe) o en las esencias asturianistas (o  de cualquier otra identidad), ya que estos, llamémosles, atributos son, como dicen los propios creyentes, dones que Dios concede a algunos, no a todos, en un caso y dones que, supongo, da la naturaleza en el otro. En todo caso para los no favorecidos con tales gracias -y somos bastantes- todas esas argumentaciones nos parecen monsergas sin sentido. De aquí se debería deducir, como ya hizo la historia hace mucho tiempo, que el necesario entendimiento para la necesaria convivencia entre todos no debe hacerse según estos parámetros.
Habrá que decir, una vez más, que la religión y los sentimientos regionalistas han de ocupar el espacio asignado, que no es otro, al menos en el sistema de vida occidental, que el del ámbito privado. El espacio público debe dejarse para la política, ejercida con dignidad y nobleza, no como se hace ahora, y con base en el conocimiento científico y racional, tal como propusieron los ilustrados. Pronuncien, pues, sus sermones los creyentes en los púlpitos de sus iglesias ante sus fieles y reúnanse los bablistas donde les plazca para hablar el idioma o dialecto que les guste y para deleitarse con el folklore asturiano, y háganlo con toda libertad, pero, repito, no pretendan establecer la convivencia entre todos en base a esos parámetros. Ni es democráticamente correcto, ni funcionará.


                                                                          Gijón, 4-10-2003

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