jueves, 14 de agosto de 2014

Información contradictoria


En estos días estamos asistiendo a una profusa divulgación de opiniones en los medios sobre el resultado de las últimas elecciones. A modo de muestra selecciono dos párrafos publicados sobre el tema en este mismo periódico: “Como ya había pronosticado, todos (se refiere a los políticos) se felicitaron con gran entusiasmo por los resultados electorales de sus formaciones políticas. ¡Qué ingenuos son los políticos! ¿Creerán que nos van a convencer de sus seudo éxitos respectivos?” (6-6-2003).
Un motivo que explicaría el éxito electoral contra pronóstico del PP “...es que vivimos en una época llena de sujetos alineados, enajenados, no por el trabajo, sino precisamente por el tiempo. Existen masas ingentes desmemoriadas, que han perdido el sentido histórico del pasado y para las que el futuro ya no es utopía ni es nada. Poblaciones enteras que consumen hamburguesas y para quienes no faltan ofertas especiales con las que encadenar unos presentes irrelevantes con otros” (31-5-2003).
¿En qué quedamos, es el pueblo sabio y no se deja engañar por los políticos, o, por el contrario, está enajenado y vota sin criterio? Con estas dos opiniones contradictorias (hay cientos) quiero poner en evidencia un grave problema que, en mi opinión, es imperioso afrontar: en la era de la información, la dispersión de ésta y su volatilidad son tales que dejan a la mayoría de los ciudadanos desinformados.
Los partidos políticos y la sociedad en general deberían poner en marcha sistemas eficaces de información y formación política y cultural a fin de facilitar la participación de los ciudadanos en la vida pública y procurar la recuperación de la memoria histórica, única manera de que sean, seamos, los ciudadanos los verdaderos protagonistas de la misma.


                                                                               Gijón, 6-6-2003

No hay comentarios:

Publicar un comentario