viernes, 15 de agosto de 2014

García Rúa


La pasada semana se han celebrado diversos actos como homenaje al catedrático gijonés señor García Rúa, a los que yo he asistido y me han sugerido las siguientes reflexiones:
1) Considero de extraordinaria importancia dichos actos ya que, creo, deben servir de referencia para la clase trabajadora y de punto de partida para la toma de conciencia de su situación real y para el inicio de las acciones necesarias a seguir.
2) Me interesa destacar entre las muchas y muy sugerentes ideas que nos transmitió el profesor García Rúa la siguiente: la Transición estableció en España una democracia formal pero no una democracia real. A este respecto hay que decir que la expresión franquista “todo queda atado y bien atado” se ha cumplido. La clase trabajadora está atada por una doble cadena: por un lado el aparto económico-social (neoliberalismo económico, Maastricht, pactos sociales, reformas laborales, etcétera), y por otro el déficit cultural y el desarme ideológico que propicia una fácil manipulación por parte de las clases dominantes de siempre. Basten dos ejemplos para verificar esto último: el extraordinario auge del futbol-espectáculo y el desigual tratamiento publicitario concedido por los políticos y los medios de comunicación al secuestro del señor Ortega Lara (privado de sus derechos debido al terrorismo de ETA) y a la situación de millones de trabajadores en paro y con contratos basura (privados de sus derechos debido al sistema económico-político imperante).
3) Finalmente, quiero hacer una llamada a la izquierda real de Gijón para que se movilice en el sentido de proporcionar al colectivo de parados y trabajadores con contratos temporales los recursos necesarios que les permitan defender sus derechos, ya que se encuentran totalmente indefensos.
Termino felicitando al señor García Rúa y a los que hicieron posible la celebración de su homenaje.


                                                      Gijón, 10-11-1997

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