El día 4 del presente mes veía
la siguiente noticia en Canal + en el telediario de las 21,30: los trabajadores
de determinada empresa ensayan con éxito un método innovador de relación, por
el que se mejora la productividad, al tiempo que se crea un mejor ambiente de
trabajo. Consiste en que los miembros de la plantilla se reúnen periódicamente
para comentar entre ellos todo lo que les afecta. La noticia se amplía con
algunas declaraciones de los protagonistas en las que se muestran encantados
con el sistema, ya que, dicen, nadie mejor que el propio trabajador conoce los
problemas que reafectan. La idea, dice Hilario Pino, ha sido importada de los
Estados Unidos.
Es evidente que no conocen, ni
en el citado canal de televisión ni en dicha empresa, que con fecha 2 de
febrero de 1980 fue aprobado en el Congreso de los Diputados el Estatuto de los
Trabajadores en cumplimiento despunto 2 del artículo 35 de la Constitución española
que dice textualmente: “La ley regulará un estatuto de los trabajadores”
En dicho documento se define el
conjunto de normas por las que se rige el funcionamiento de los trabajadores en
el ámbito de la empresa y se puede resumir diciendo que todos los trabajadores
de una empresa ejercen sus derechos y deberes de participación en la misma a
través de los delegados o comités de empresa (según plantilla de la misma),
elegidos democráticamente según la ley.
Esto es lo establecido, lo
democrático. Lo otro es inventar la pólvora. ¿No será que en este país todos hablamos
de democracia y no sabemos lo que es?
Gijón, 15-12-1997
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