viernes, 8 de agosto de 2014

Farruco viene el obispo


Todavía no ha tomado posesión de su cargo y ya está buscando el enfrentamiento. “Nuestros pobres saben a qué puerta llamar y no lo harán donde quieren quitar los crucifijos”. Eso dijo el recién nombrado arzobispo de Oviedo (‘El Comercio’, 23-11-09). Con esta frase y su curriculum (en la cuerda de Rouco) queda perfectamente retratado, por lo que sabemos lo que nos espera.
La citada frase es toda una declaración de principios. Durante siglos los pobres han llamado a las puertas de los ricos para pedir limosna. De eso vivían. La democracia, que trata de romper con ese pasado, establece que la convivencia no se basa en la caridad, sino en la justicia. No son limosnas, sino derechos lo que hay que pedir. Desde luego, los pobres saben que no pueden llamar a las puertas de la Iglesia católica para pedir derechos.


                                                             Gijón, 6-12-2009

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