viernes, 8 de agosto de 2014

Empresarios


¿Son los empresarios la solución al problema laboral? Hay que ser un ingenuo para responder afirmativamente a esta pregunta, además de desconocer la historia. El trabajo para las personas es tan importante como la vida misma, por lo que no se puede dejar en manos de ese colectivo. Lo que mueve al empresario es su ambición personal, su afán de ser rico. Si lo consigue, habrá triunfado. Para ello no duda en aceptar y promover un sistema competitivo en el que triunfarán los más fuertes. Ellos se sienten fuertes, entre otras cosas, porque no tienen escrúpulos a la hora de convertir a los trabajadores a su cargo en mercancía que valorarán en función de que les sean económicamente rentables. Háblele a un empresario de su derecho al trabajo (reconocido en el artículo 35 de la Constitución) y verá el ataque de risa que le entra.
Fue este sistema neoliberal que se impuso en el mundo en los últimos 30 años el que dio un poder omnímodo a los empresarios en la confianza de que ellos con su iniciativa generarían riqueza. Lo han hecho ciertamente, pero a costa de producir enormes desigualdades y de crear un grave problema ecológico.
Se necesitan sindicatos fuertes que dignifiquen el trabajo, así como Estados fuertes que corrijan los desequilibrios económicos y las injusticias que produce el mercado capitalista.


                                                                   Gijón, 11-12-2009

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