Hay
opiniones, que aparecen en estas mismas páginas, tan disparatadas que, aunque
sólo sea por vergüenza ajena, no deberían quedar sin respuesta. Una de ellas es
la aparecida el día 20 de abril bajo el título ‘El pueblo de EE UU ante la
guerra de Irak’.
Propone esta
persona a la sociedad estadounidense como modelo de democracia e insta al resto
de occidente a imitarla. Expone a lo largo de su artículo las pruebas que
demostrarían tal aserto. Es una pena que por falta de espacio no se pueda
responder uno por uno a todos sus argumentos, pues proporcionan una muestra
inigualable de uno de los mayores problemas que padecemos en la actualidad: la
tergiversación o deformación de la democracia.
Prefiero
emplear el corto espacio que este amable periódico me pueda proporcionar para
contrarrestar su errado concepto de la democracia con el expresado en las dos
frases que copio de un artículo publicado recientemente por Reyes Mate:
“Según
Aristóteles, el noble arte de la política (léase democracia), esto es, el arte
de resolver los conflictos humanos por medio de la razón y la moral, tiene por
origen el hecho de que la sociedad tiene dos partes o partidos: los pobres y
los ricos. Y la política consiste en hacer justicia, en hacer frente de común
acuerdo al desequilibrio existente”.
“La
modernidad vio pronto –para eso viene del Siglo de las Luces- que el problema
pendiente de la política (léase democracia) era la permanencia de los dos
partidos más viejos de la sociedad: el de los pobres y el de los ricos. Y tuvo
el valor de llamar a esa desigualdad injusticia, dando a entender que su
existencia no era un hecho natural, ni un designio de los dioses, sino una
creación del hombre”.
Como se ve,
estos conceptos distan mucho de ser los usados habitualmente en los tiempos que
corren. Máximo si estamos hablando de la prepotencia y soberbia de la actual
Administración de los Estados Unidos.
Son los
partidos políticos los responsables de que se recupere el verdadero sentido de
la democracia. Pero eso es otra historia.
Gijón, 24-4-2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario