El ruido producido por el PP con
sus descalificaciones e insultos permanentes contra el actual Gobierno apenas
deja oír el mensaje que esconde su proyecto político, pero interesa conocer el
modelo que proponen. Una oportunidad se dio en el discurso que Rajoy pronunció
con motivo del congreso de Nuevas Generaciones de su partido, donde dijo, entre
otras cosas: “Queremos una España más libre, donde el mérito y el esfuerzo
tengan su justo reconocimiento, donde el deseo de mejorar sea el estímulo para
los más trabajadores, los más audaces, los más responsables”.
Esta es la mejor definición de
la ideología neoliberal que se caracteriza por el darwinismo social, un sistema
individualista donde a los “más fuertes” se les da toda clase de facilidades
para lograr sus ambiciones personales, que suelen ser alcanzar los máximos
niveles de riqueza y poder social. Pero, ¿Qué pasa con los débiles? La
globalización neoliberal se implantó en los 90 y ha creado unas desigualdades
en el mundo de incalculables consecuencias.
Este modelo social requiere el
tipo de ciudadano adecuado y aquí Rajoy nos da también la clave: “Nosotros no
queremos hablar de la II
República , queremos mejorar nuestra competitividad, no juzgar
políticamente lo que hacían los políticos que gobernaban España hace 50 años”,
y “En política no se está para hacer análisis ni comentarios; se está para
trabajar”. Es decir, para conseguir individuos que sean exclusivamente buenos
productores y buenos consumidores, cuanta menos política sepan mejor. Ignorar
lo que pasó en la II
República viene bien pues garantiza, por ejemplo, el
desconocimiento de la
Institución Libre de Enseñanza que pretendía educar a los
jóvenes con espíritu crítico y capacidad para participar en la política.
Espero que este modelo no
triunfe por el bien de este país.
Gijón, 30-9-2006
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