Resulta casi obligado ver la
película ‘El código da Vinci’ (inspirada en la novela homónima de Dan Brown),
más, quizás, por la polémica que suscita el argumento, una interpretación
distinta del cristianismo, que por su calidad. Para los no creyentes, las dos
versiones sobre la vida de Jesucristo, la tradicional mantenida por la Iglesia católica y la
heterodoxa propuesta en la película, responden más a la mitología que a la
historia real. Sin embargo, dada la enorme trascendencia que tuvo el
cristianismo en la evolución de la humanidad, no resulta superfluo, creo yo,
especular sobre cómo habría sido la historia si hubiese prevalecido la nueva
versión sobre la vida de Jesús.
En primer lugar, un Jesús de
naturaleza humana, no divina, resultaría más creíble y cercano. Su matrimonio
con María Magdalena con la que hubiese tenido descendencia, habría supuesto el
reconocimiento de la igualdad entre hombres y mujeres por parte de la Iglesia a lo largo de los
siglos y, por tanto, el tradicional machismo, si no totalmente erradicado,
estaría mucho más atenuado. El celibato obligatorio de los clérigos no tendría
sentido, lo que supondría un mejor conocimiento de estos sobre la sexualidad y
la familia y entenderían, entre otras cosas, lo que sabe la mayoría: que el
sexo en los seres humanos tiene más fines que el de la mera reproducción.
Y ya puestos a fantasear,
también podemos creer que la
Iglesia católica se hubiese mantenido fiel a la doctrina
original de Jesús de compromiso y defensa de los perdedores y excluidos de la Tierra y se hubiese
alineado con ellos en sus seculares luchas de emancipación y liberación con lo
que el mundo actual sería un poco más justo e igualitario.
Gijón, 28-5-2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario