Vivimos tiempos difíciles y
turbulentos que se caracterizan por la cínica manipulación de la realidad que
se hace desde ámbitos tanto políticos como de determinados medios de
comunicación, lo que genera confusión y enfrentamiento. Es por ello que cobran
particular importancia aquellas personas o medios que, valiéndose de las armas
de la honestidad y la clarividencia, arrojan luz sobre la verdad de las cosas y
nos ayudan a orientarnos.
A este grupo pertenecen en mi
opinión dos buenas películas actualmente en cartelera: ‘Munich’, de Steven
Spielberg y ‘Buenas noches, buena suerte’, de George Clooney.
La primera pone al espectador
ante el siniestro mundo del terrorismo, pero lo hace desde una perspectiva tan
inusual como polémica: presenta a los terroristas como seres humanos, capaces,
por tanto, de tener sentimientos, dudas, contradicciones, etcétera, al tiempo
que actúan movidos por causas determinadas y con objetivos concretos. En contra
de lo que pudiera parecer, el mensaje de la película es inequívoco: la vía del
terrorismo genera una espiral de violencia que sólo conduce a la locura y la
destrucción.
La segunda película mencionada
centra la acción en el mundo de la información. Trata sobre la ‘caza de brujas’
desencadenada en EE UU por el senador McCarthy que, pretextando combatir al
comunismo, desprecia los derechos humanos más elementales, y la valiente
actitud de un periodista, Edward Murrow, que se enfrentó a él en defensa de la
verdadera libertad.
Si bien ambas películas se
refieren a hechos ocurridos en un pasado más o menos próximo, sus mensajes
tienen plena actualidad y no cabe duda de la intencionalidad de sus directores.
Gijón, 19-2-2006
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