domingo, 10 de agosto de 2014

El cine como escuela


Vivimos tiempos difíciles y turbulentos que se caracterizan por la cínica manipulación de la realidad que se hace desde ámbitos tanto políticos como de determinados medios de comunicación, lo que genera confusión y enfrentamiento. Es por ello que cobran particular importancia aquellas personas o medios que, valiéndose de las armas de la honestidad y la clarividencia, arrojan luz sobre la verdad de las cosas y nos ayudan a orientarnos.
A este grupo pertenecen en mi opinión dos buenas películas actualmente en cartelera: ‘Munich’, de Steven Spielberg y ‘Buenas noches, buena suerte’, de George Clooney.
La primera pone al espectador ante el siniestro mundo del terrorismo, pero lo hace desde una perspectiva tan inusual como polémica: presenta a los terroristas como seres humanos, capaces, por tanto, de tener sentimientos, dudas, contradicciones, etcétera, al tiempo que actúan movidos por causas determinadas y con objetivos concretos. En contra de lo que pudiera parecer, el mensaje de la película es inequívoco: la vía del terrorismo genera una espiral de violencia que sólo conduce a la locura y la destrucción.
La segunda película mencionada centra la acción en el mundo de la información. Trata sobre la ‘caza de brujas’ desencadenada en EE UU por el senador McCarthy que, pretextando combatir al comunismo, desprecia los derechos humanos más elementales, y la valiente actitud de un periodista, Edward Murrow, que se enfrentó a él en defensa de la verdadera libertad.
Si bien ambas películas se refieren a hechos ocurridos en un pasado más o menos próximo, sus mensajes tienen plena actualidad y no cabe duda de la intencionalidad de sus directores.


                                                                            Gijón, 19-2-2006 

No hay comentarios:

Publicar un comentario