Como quiera que vamos a ser obsequiados con oleadas
de chapapote por tiempo, hay tema de debate político para rato. En este
periódico hubo bastantes opiniones al respecto, pero yo quiero detenerme en dos
en particular que me parecen interesantes (todas lo son cuando son sinceras).
Una es de un cargo político local del PSOE, el secretario de comunicación de
Gijón, Edmundo Pérez Fernández (“Déficit en la costa cantábrica”, 11-12-02), y
la otra pertenece a Manuel Antonio Goti del Sol, presentada por carta en esta
sección (“El Prestige y la desaparición del Estado”, 9-12-02).
Sobre estas dos cartas quiero hacer un comentario
que creo viene al caso. Si bien las conclusiones que sacan del análisis del
vertido son parecidas y, en mi opinión, acertadas: la aplicación de políticas
neoliberales con su furor privatizador debilita al Estado y, consecuentemente,
le imposibilita para responder eficientemente a acontecimientos como el que nos
ocupa, obligando a la intervención del voluntariado social (ONGs) para paliar
los efectos del desastre, la credibilidad de quien las emite no es la misma.
Me parece lamentable que el dirigente del PSOE haga
este tipo de análisis cuando fue su partido el que, durante los 14 años que estuvo
en el Gobierno, introdujo en España el mencionado neoliberalismo que ahora
critica. ¿Hace falta recordar aquí quién inició la política de privatizaciones,
flexibilidad laboral (léase precariedad), recorte de derechos y despolitización
de los trabajadores y, en definitiva, la implantación en este país del, por él
mismo citado, pensamiento único? ¿Hay que decir quién fue el ministro de
economía que inicialmente (fielmente secundado por sus sucesores) dirigió la
política económica del Gobierno del PSOE y cuál era su talante político? ¿Es
que todavía no nos hemos enterado que los ciudadanos españoles han votado
mayoritariamente al PP porque, para hacer este tipo de políticas, era más
racional, coherente y hasta ético que fuese un partido de derechas?
Termino reiterando lo que dije al principio: si bien
el análisis de Antonio Goti me parece aceptable, el otro me parece oportunista
y, por lo mismo, inaceptable. La gente del PSOE tiene que hacer otro tipo de
discursos para que sean creíbles, empezando por entonar el mea culpa.
Gijón, 30-12-2002
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