domingo, 10 de agosto de 2014

Eduardo Haro Tegglen


Con la muerte de Eduardo Haro Tecglen España pierde un referente moral y político imposible de sustituir. Fiel a sus ideas republicanas y de izquierdas, no se apartó de ellas ni un milímetro a pesar de que el mundo se desplazaba irremisiblemente hacia la derecha y unos y otros daban la espalda a los ideales que un día ilusionaron a tantas personas.
Es por ello que el Haro de la revista Triunfo, en las postrimerías del régimen franquista y comienzos de la transición, desbordaba esperanza y optimismo, mientras que el Haro de las columnas diarias de El País se mostraba escéptico y testimonial. En todo caso, se mantuvo, como digo, firme en sus convicciones que no eran otras que la materialización de la democracia.
Y es ahí donde su figura se acrecienta hasta convertirse en un ejemplo de luchador lúcido y comprometido, porque sabía que una democracia como la actual, que ni iguala a los seres humanos, ni reparte equitativamente los bienes de la Tierra, ni logra la convivencia en paz entre todos es una falsa democracia, y, consecuentemente, sabía también que había que seguir luchando por la conquista de la verdadera democracia.
Él estuvo en ese frente hasta el último día de su vida.


                                                              Gijón, 21-10-2005

No hay comentarios:

Publicar un comentario