martes, 5 de agosto de 2014

Desahucios


Estupor, rabia, impotencia, indignación, son sentimientos que provoca la indecente ofensiva que, siguiendo la consigna de algún gerifalte (al parecer la delegada del Gobierno en Madrid), busca desprestigiar a uno de los movimientos ciudadanos más dignos y solidarios de los últimos tiempos. Me refiero a la pretensión de comparar la Plataforma de Afectados por la Hipoteca con grupos “filoetarras”.
El truco es viejo a la vez que disparatado y burdo, pero les funciona. Los ‘peperos’ y ‘voceros’ afines lo usaron sin complejos con motivo del mayor atentado habido en España: el de la estación de Atocha. Allí también siguieron la consigna de otro gerifalte, el entonces presidente del Gobierno, de triste recuerdo por otra monumental mentira: las armas de destrucción masiva en poder de Sadam Husein. Durante toda una legislatura sembraron el infundio de que detrás del atentado estaba el PSOE que había actuado en connivencia con ETA para acceder al Gobierno. Aún hoy esgrimen impúdicamente la mentira como ocurrió en el reciente aniversario del 11-M.
La descalificación de los grupos antideshucios tiene como finalidad encubrir una de las realidades más dramáticas de nuestra sociedad: la desesperación de miles de familias que son arrojadas a la calle como consecuencia de una crisis que fue provocada por las políticas neoliberales, de las que el propio partido del PP es el máximo defensor.


                                                Gijón, 28-3-2013

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