jueves, 14 de agosto de 2014

Democracia


¿Digo algo que no sea una obviedad si afirmo que en una democracia la responsabilidad última de la política la tenemos los ciudadanos que elegimos con nuestro voto a los gobernantes? ¿No se infiere de esto la obligación que tenemos de procurarnos información y conocimientos suficientes para tener una opinión o criterio mínimos para votar? ¿No significa esto un compromiso permanente con la política y, puesto que la política está íntimamente relacionada con la cultura, un compromiso con la cultura? ¿Si la razón última de ser de los partidos políticos es hacer que las sociedades avancen hacia la democracia, no deberían dichos partidos desarrollar políticas eficaces de información, formación, debates, etcétera, durante todo el año y no sólo en las campañas electorales, en las que, por otra parte, no se informa sino que se hace propaganda? ¿No es en lo hasta aquí expuesto donde se está fallando y por eso estamos estancados en la evolución hacia sociedades más civilizadas?
En otro orden de cosas, como el terrorismo es un tema central en estas elecciones (y probablemente en las sucesivas) ¿no hay un paralelismo asombroso entre los métodos reprobables y punibles de los terroristas que matan para conseguir sus fines y los métodos empleados por Bush y sus coaligados, que bombardean la población de Irak causando miles de muertos inocentes para conseguir unos fines (recordemos: ‘conmoción y pavor’)? ¿Si, como está ocurriendo, no aparecen armas de destrucción masiva, no será el verdadero fin de esta invasión el control por parte Estados Unidos del suministro del petróleo de Irak, un fin en sí mismo reprobable? Si, tal como afirman unos, la causa principal del terrorismo es la injusta distribución de la riqueza, ¿no es la globalización neoliberal que se basa en la ley del más fuerte la principal causante de los excluidos del mundo?
Estas son algunas cuestiones que nos podemos plantear en estos días previos a las elecciones y que nos pueden ayudar a decidir el voto.


                                                            Gijón, 23-5- 2003

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