Con motivo de la Ley de Recuperación de la Memoria Histórica ,
presentada por el Gobierno, que pretende recuperar la verdadera historia de
nuestra trágica contienda, falseada por el bando ganador y de la eliminación de
símbolos franquistas de la Universidad Laboral , aparecen en esta sección
opiniones contrarias a ambas iniciativas, alegando que el anterior régimen no
fue tan malo como pretenden pintarlo, pues hizo cosas buenas.
Supeditar el juicio del
franquismo a las posibles cosas buenas que haya podido hacer (algunas
disparatadas, como atribuir la construcción de la Laboral al interés por los
hijos de los trabajadores) es un error, pues la dictadura fascista impuesta en
España tras una dolorosa guerra es totalmente condenable porque se trata de un
sistema intrínsicamente perverso. A estas alturas de la Historia está más que
probado que los totalitarismos, tanto de derechas como de izquierdas, además de
ser inviables, supusieron tremendos sufrimientos para las personas.
La realidad demuestra que son
las democracias de corte liberal, basadas en constituciones que reconocen los
derechos humanos y definen los deberes, iguales para todos, los sistemas de
convivencia más viables y justos. Lo cual no quiere decir que la democracia
garantice por sí sola los objetivos de paz y justicia buscados, sino que es el
mejor sistema para conseguirlos. Dependerá de la voluntad y el compromiso del
conjunto de los ciudadanos, pues es sobre ellos sobre los que recae en última
instancia la responsabilidad.
Si no somos capaces de
distinguir entre una dictadura fascista como el anterior régimen y una
democracia como la que tenemos, flaco favor haremos a esta última.
Gijón,
4-11-2006
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