jueves, 14 de agosto de 2014

Cultura democrática


            Me gustaría hacer algunos comentarios al artículo de opinión publicado en su periódico el día 25 de enero con el título “Políticas de pasotismo y cultura” de Juan Pérez del Río, responsable de la comisión de políticas sociales del PP de Gijón.
            Destacar, primero, la coincidencia que hay entre el concepto que tiene este hombre de la cultura y el que tienen otros políticos pertenecientes a formaciones, en teoría, opuestas a la suya: IU o el PAS. Para estas personas los problemas que padecemos los asturianos se resolverían si conociésemos la cultura asturiana y, más concretamente, si hablásemos el bable.
          En mi opinión, hay, efectivamente, una clamorosa falta de cultura en nuestra sociedad, pero no se trata de la cultura asturiana, sino de la democrática. Ello es así, fundamentalmente, como consecuencia de la globalización neoliberal que impone los valores económicos como única referencia y al mercado como único dios. Esta nueva ‘religión’, integrista por más señas, necesita para propagarse anular la cultura del pueblo, suprimir su memoria histórica (pero no la asturiana, por favor, que aporta poco más que folklore). Necesita alejar a los ciudadanos de la política. Ésta es la mejor fórmula para lograr una sociedad acrítica, dócil y consumista.
       En España tenemos un plus añadido en este sentido porque sumamos a lo dicho anteriormente la incultura crónica que nos deparó una historia desgraciada (y ésta sí que la deberíamos conocer, como, por ejemplo, nuestro pasado más inmediato, el franquismo), que hizo que llegáramos a la democracia (la institucional que no la real) con siglos de retraso respecto a otros países europeos.
           En definitiva, creo que nuestros políticos están escamoteando al pueblo la verdadera cultura que es la que permite a los ciudadanos comprometerse con sus responsabilidades cívicas a todos los niveles. La frase de este político: “Digo sí a la Asturias obrera, pero también a la Asturias donde a los empresarios se les dé la suficiente flexibilidad como para poder montar sus empresas sin miedo y sin presiones”, reclamando más precariedad laboral y, por tanto, menos participación sindical, no puede ser más esclarecedora.


                                                                         Gijón, 4-2-2003

No hay comentarios:

Publicar un comentario