jueves, 14 de agosto de 2014

Así se escribe la historia


Un asiduo colaborador de esta página trata, sin duda con la mejor intención, de convencernos de las excelencias de los valores de la fe cristiana. Lectores habrá a los que transmita su entusiasmo cuando presenta al Papa como un auténtico campeón en la lucha por tales valores. Sin embargo, para otros, entre los que me incluyo, la percepción de esta realidad es bien diferente.
Así, en la última visita de Wojtyla a este país, curiosamente en vísperas de elecciones, fuimos testigos del asombroso cambio que se produjo en cuestión de días, más bien horas, en su discurso: del ‘No a la guerra’ (por la guerra de Irak) se pasó al ‘No al terrorismo’, en la más clara sintonía política antiterrorista del presidente Aznar.
Pero no acaba aquí esta actuación interesada, hecha a la vista de todo el mundo. En un golpe de efecto increíble, se nos muestra a ‘su santidad’ recibiendo a lo que parece ser, la modélica familia cristiana: la familia Aznar en pleno. La manipulación político-mediática del hecho era tan descarada, que hubo que disimularla un poco mostrando al Papa con el jefe de la oposición, Zapatero. Éste, por supuesto, sin familia. A los cristianos ‘separatistas’ del norte, ya no se les permitió salir en la foto.
Otra insuperable puesta en escena mediática fue la ceremonia religiosa hecha en Madrid en olor a multitudes. En un decorado impresionante, el Papa como gran protagonista del evento, la familia real, en lugar bien destacado del escenario y el pueblo oferente y sumiso, rendido a los poderes terrenales y celestiales.
Días más tarde, el esperado descalabro electoral del PP no se produce y acto seguido la ministra de Educación decreta la enseñanza religiosa evaluable en los colegios en sus dos modalidades, confesional y no confesional. Y es que ‘así se escribe la historia’.


                                                                             Gijón, 19-7-2003

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