Un lector felicitaba por medio
de una carta al director de este diario al Foro de la Familia -el 2 de agosto-
por la acción realizada en los últimos meses (se refiere a la campaña para
evitar el matrimonio entre homosexuales). Después de enumerar las razones del
éxito (recogida de firmas y manifestación en Madrid), aprovecha para
desprestigiar al colectivo gay y a sus defensores, de los que dice
textualmente, refiriéndose a la manifestación del orgullo gay celebrada el 2 de
julio: ésta se caracterizó “por la agresividad en ofensas a instituciones y
personas, insultos, groserías y cutreces de buena parte de los asistentes”, y
¿cómo no? de paso lanzar el consabido puyazo a ZP.
Un análisis un poco serio de los
argumentos esgrimidos en la carta permite ver la inconsistencia y pobreza,
cuando no la falsedad de los mismos.
Compara las dos manifestaciones,
la del Foro/PP del 18 de junio y la del orgullo gay y concluye que la primera
fue más numerosa y ordenada, de donde deduce que ellos tienen razón. Falsea los
datos al afirmar que a ‘su’ manifestación asistieron “cientos de miles de
familias y personas”. La realidad objetiva es que hubo 180.000 manifestantes.
Miente cuando dice que la manifestación no era contra nadie, sino a favor de la
familia. A este respecto reproduzco un texto de una reciente homilía del
arzobispo Osoro:
“La falta de respeto hacia estos principios,
(se refiere a la reforma de la ley de matrimonios) que contienen la vida en su
misma esencia, implica la instauración de una cultura de la muerte, con
procesos parecidos, e incluso más disimulados, a los que hemos vivido
dramáticamente en Europa en épocas recientes”.
Sin comentarios.
Gijón, 4-8-2005
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