Le ha faltado tiempo al
presidente del Partido Popular de Asturias, Ovidio Sánchez, para utilizar los
recientes atentados de ETA a modo de arma arrojadiza contra su oponente
político, el PSOE. En un penoso artículo, publicado en este periódico con fecha
19 de agosto, “Asturias, contra la barbarie”, utiliza el acostumbrado
repertorio que tanto rédito político les ha dado en el pasado. A saber: afirmar
que el mayor problema de los españoles es el terrorismo y que el PP es el
partido que más eficazmente lo combate; al no tener en cuenta las causas que lo
producen, considerar que todos los terrorismos son iguales; crear una psicosis
de miedo entre los ciudadanos (el comienzo de su escrito parece sacado del
guión de una película de terror: “Ya están aquí otra vez”). Como es sabido, el
miedo hace a la gente conservadora.
No se percatan estos políticos
de que la realidad se abre paso con rasgos totalmente diferentes a como nos la
pintan. Políticas antiterroristas disparatadas, como las empleadas por Bush,
fielmente seguidas por el PP, han producido efectos devastadores como tan
dolorosamente hemos comprobado los españoles.
Un problema mayor que el
terrorismo y que explica en cierto modo éste (al menos un determinado
terrorismo) lo constituye la inmigración clandestina. El recuento de muertos
producidos por este fenómeno y el tremendo sufrimiento que pone de manifiesto
es de tal magnitud que difícilmente puede pasar desapercibido, por más que
políticos como el citado no parecen darse por enterados. Y es que, ni interesa
buscar a los culpables de este drama, ni que los ciudadanos nos hagamos
preguntas al respecto, porque, si las hiciéramos, quizás nos encontraríamos con
que son las políticas neoliberales, que ellos defienden, las responsables de
las tremendas y crecientes desigualdades que se están produciendo en el mundo.
Gijón, 29-8-2004
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