martes, 20 de febrero de 2018

La inmodélica Transición



¿Hay alguna explicación para la mala calidad de nuestra democracia? ¿Podemos conocer las causas de la mediocridad de nuestros políticos, la corrupción generalizada, la desafección política o el callejón sin salida del problema catalán? Juan Carlos Monedero responde a estas y a otras preguntas en su libro ‘La Transición contada a nuestros padres’. El título ya nos adelanta la clave: la Transición política española, lejos de ser modélica tal como nos la presentan, fue muy deficiente. Y para deshacer el mito de la buena Transición recurre al relato que sobre la misma hacen no los padres, la generación que la protagonizó, sino los hijos o los nietos que la sufren. Una visión de la Transición hecha desde la perspectiva de los jóvenes que en 2011 salieron a la calle para manifestar su indignación y su protesta.
Encuentra Monedero que el cambio de régimen, que tuvo lugar a la muerte de Franco, se produjo bajo el síndrome del miedo, la peor de las condiciones posibles; de ahí que la siniestra profecía que pronunció el dictador, “todo está atado y bien atado”, se esté cumpliendo. El franquismo es fácilmente perceptible tanto en las instituciones como en la cultura del pueblo.
Como salida a esta situación Monedero propone la recuperación de la memoria histórica; establecer puentes con nuestro pasado más ilustrado y democrático, el de la II República, dramáticamente truncado por el brutal golpe de Estado de 1936; y mostrar así lo que la Transición ocultó: que en la guerra civil se enfrentaron no la España y la antiEspaña, sino el fascismo y la democracia con la victoria del primero. Aún sufrimos ese lastre.                                                       

 Gijón 18-2-2018

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