La ola populista de derechas que
invade el mundo llega con fuerza a Asturias y se abate sobre las calles de
Oviedo. Más de 108.000 firmas, acompañadas por una de las mayores
manifestaciones celebradas en la capital asturiana en los últimos tiempos para
pedir la anulación del Impuesto de Sucesiones, así lo confirman. Amenaza además
la plataforma convocante con crear un partido “apolítico” para conseguir tal
fin, si la Junta General del Principado no se doblega a sus deseos.
El fenómeno reúne todos los
ingredientes que caracterizan al populismo: surge del pueblo y se hace al
margen de las instituciones que la democracia ha creado para canalizar la
política. Es la versión asturiana de otros movimientos tan conocidos como
temidos: el trumpismo en EE UU, el lepenismo en Francia, el Brexit en
Inglaterra, etc. Todos tienen el mismo origen: la debilidad extrema de las
instituciones democráticas (’No nos representan’, decían hace unos años los
indignados) y todos conducen a un futuro preocupante.
La solución pasa por hacer
realidad una de las reivindicaciones del citado movimiento del 15-M:
¡Democracia real ya!, y para ello lo que hay que hacer es regenerar los
partidos políticos como primer paso para regenerar la democracia.
Gijón, 3-3-2017
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