La pregunta del título es
respondida por el prestigioso economista Vicenç Navarro en un artículo suyo
titulado precisamente ‘Es sorprendente que se considere sorprendente la
victoria de Trump’. Las razones que aporta Navarro para tal respuesta son que
el fenómeno Trump no es nuevo en absoluto. Hay que buscar los antecedentes en
el Brexit inglés o la expansión de los partidos xenófobos europeos, como el de
Marine Le Pen en Francia. Todos estos movimientos emergentes tienen un
denominador común: se han apoderado del discurso tradicional de la izquierda
que es, como se sabe, la defensa de la clase trabajadora (eso sí, sustituyendo
arteramente en esa teoría el papel del capitalismo por el del establishment político-mediático).
Se han aprovechado del vacío
ideológico dejado por los partidos tradicionales de izquierdas (la
socialdemocracia europea, el Partido Demócrata estadounidense) para los que, al
parecer, ya no hay clases sociales, ni explotadores ni explotados, al quedar todos
integrados en una amplia clase media a la que, según ellos, condujo el Estado
de bienestar. Consecuentemente, se dedican a otros menesteres tales como el
feminismo, el racismo, el ecologismo y un largo etcétera de actividades
similares.
La conclusión a la que llega
Navarro es que la izquierda debe recuperar sus orígenes que no son otros que la
tradicional lucha de clases marxista.
Gijón, 20-11-2016
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