No pudo ser. El cambio tendrá
que esperar. Los españoles hemos optado por el continuismo; más de lo mismo,
aunque lo mismo sea un sistema, el capitalismo llevado a sus últimas
consecuencias, al que Marx calificó de irracional, injusto e inhumano. Quizá el
número de víctimas sea aún insuficiente y haya que esperar más, aunque esa
esperanza no sea muy fiable (la especie humana es la que muestra mayor
capacidad de adaptación)
La izquierda tiene que hacer
autocrítica, pues es la máxima responsable de la situación. Debe preguntarse
por qué cosas hizo mal. Una posible respuesta es que ha descuidado la batalla
ideológica, la de las ideas y los valores. Antepuso la creación de riqueza
(para repartir hay que crear riqueza, en palabras de Felipe González) a la
formación ideológica y democrática. Se creó riqueza, pero a un precio muy alto:
está mal repartida y se perdieron los valores.
Gijón,
6-7-2016
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