Primera, sin conocer el pasado
no se entiende el presente y sin entender el presente pasa lo que pasa, que
muchas veces no se distingue entre un discurso racional y coherente y un
rebuzno, pongamos por caso.
Segunda, es necesario reparar la
tremenda injusticia cometida con centenares de miles de personas que sufrieron
de diferentes maneras -muerte, tortura, prisión y exilio- por la defensa de la República que
representaba la legalidad política y la democracia frente a la sublevación y el
fascismo. Esas personas fueron consideradas durante los cuarenta años de
dictadura como enemigos de la patria y durante los treinta siguientes fueron
condenadas al olvido.
Tercera, el odio y el rencor se
generan a partir de la ignorancia, la injusticia y las mentiras, no surgen del
conocimiento y de la búsqueda de la verdad.
Gijón, 25-8-2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario