jueves, 7 de agosto de 2014

Réplicas


Dos cartas publicadas en esta sección con fecha 16-3-11 tienen en mi opinión fácil respuesta. Al autor de la carta ‘La encrucijada de nuestra economía’, en la que se lamenta de no encontrar soluciones para salir de la actual crisis económica, se le puede decir que su error (comprensible porque es generalizado) consiste en buscar las soluciones en el ámbito de la economía. El neoliberalismo económico que ha liderado el fenómeno de la globalización en las últimas tres décadas es un modelo fracasado; nos ha conducido a un callejón sin salida. La solución no hay que buscarla en el ámbito de la economía, como afirman muchos políticos, sino en el de la política. Es decir, hay que cambiar el paradigma político, lo que significa cambiar nuestro modelo ético y cultural. Concretamente, se trata de sustituir la actual primacía de los mercados por la primacía del ser humano o lo que es lo mismo, poner la economía al servicio del hombre y no al revés.
La otra carta a la que me refería, ‘Réplica’, está firmada por un habitual de esta sección, que se presenta a sí mismo como un cruzado del único Dios verdadero, el suyo. Resulta obvio que con los dioses (lo que es lo mismo que decir con los que hablan en su nombre) no se puede argumentar, solo cabe acatamiento, porque son omniscientes, omnipotentes, omnipresentes, infinitos y además nosotros no somos otra cosa que meras criaturas suyas. Carece por tanto de sentido que este señor reclame argumentos a sus continuas afirmaciones.


                                                      Gijón, 18-3-2011

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