Señora Rúa,
lamento tener que decirle que ha tergiversado usted los argumentos que expuse
en la carta que escribí hace unos días en su réplica a la misma del día 19 de
septiembre. Yo no la he criticado a usted porque, como usuario de la enseñanza
pública, no me haya consultado su decisión de enviar a los colegios la
información en castellano y en bable. He criticado por ello a doña Marisa
Formoso que, identificándose como representante de la federación de las
asociaciones de padres de alumnos, hizo unas declaraciones adhiriéndose a esta
iniciativa. Esto no es cuestión de ideologías o política, sino de simple
sentido común. Si eres representante de alguien y si hablas como tal, tienes
que haber consultado antes a los representados y ella no lo hizo.
Manipula
usted, señora Rúa. Yo no la he acusado a usted de desprestigiar la política y
de hacer un flaco favor a la democracia por defender la Llingua y la cultura
asturianas. No se me ocurriría decir tal barbaridad. Yo la he criticado por
haber dicho que el 67 por ciento de los asturianos apuesta por el uso del
asturiano, que es muy diferente, ya que me parece una afirmación totalmente
arbitraria, sin fundamento. Son estos comportamientos, repito, los que me
parecen poco serios.
Por lo demás,
su carta me ha parecido también lamentable, tanto por su tono como por la
pobreza de sus argumentos.
P. D. Yo no
me presento aquí en calidad de padre especialmente preocupado por la educación
de sus hijos, tal como dice en su carta. Yo me presento aquí en calidad de
ciudadano. Sépalo usted.
Gijón,
20-09-2003
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