domingo, 10 de agosto de 2014

Más réplicas


El señor Juanmartí pone de manifiesto en su última réplica a anteriores cartas mías un hecho bastante frecuente: el pronunciamiento de discursos paralelos, no convergentes. Dicho de otro modo, hablamos de cosas diferentes.
No cabe duda de que este Gobierno comete errores y la oposición tiene el deber de denunciarlos, para eso está. Pero mis críticas al PP no se fundamentan sobre eso, sino sobre el hecho de que se vale de mentiras, manipulaciones de la realidad y crispación permanente para hacer la oposición, un comportamiento que destruye las bases de la democracia que son, como se sabe, el diálogo con argumentos y la confrontación de ideas para buscar la política más adecuada.
La reciente convención del PP en Madrid proporciona una muestra clara de este tipo de políticas. Allí no se planteó una alternativa al actual Gobierno para que los ciudadanos pudiéramos comparar, sino que hubo una especie de concurso en el que los oradores rivalizaban para ver quien descalificaba al Gobierno con palabras más gruesas. Los más extremistas eran los más jaleados. Estuvo en la línea de los reality-shows televisivos.
Detrás de todo ello está lo peor de la ideología que defiende este partido: el neoliberalismo. Uno de sus principios básicos es la obtención del éxito personal por encima de todo, de tal manera que, para esta ideología, el fin justifica los medios.
Ejemplos claros de ello no nos faltan. El lamentable comportamiento de Berlusconi en las recientes elecciones italianas no puede ser más ilustrativo.

                                                              Gijón, 13-4-2006


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