El arzobispo de Oviedo tuvo la
mala ocurrencia de comparar los jóvenes del 15-M con los seguidores del Papa.
Aparte de que las comparaciones son odiosas y deben evitarse, llama la atención
la simpleza de sus argumentos. Considera a ‘los suyos’ más acertados que los
otros porque tienen mejores valores morales. Los indignados, dice, además de
ser ácratas, no saben lo que quieren. Pero la realidad tiene muchas lecturas y
la que hacen estos últimos, no es conocida por el arzobispo. Por ejemplo, que
el 20 por ciento de la población acapara el 80 por ciento de los recursos del
mundo, es decir, que habiendo medios suficientes para que toda la humanidad
viva dignamente, millones de seres humanos mueren de inanición ante la
indiferencia de los pretendidamente civilizados (incluidos los católicos). Y
ello debido a un sistema político/económico llamado neoliberalismo. Esto es lo
que denuncian los jóvenes indignados. Y apuntan la solución: democracia real,
es decir, creen que los problemas se resuelven con política, no con religión.
Gijón, 14-8-2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario